La flor de pascua es un clásico de estas fechas. Seguro que la has visto en innumerables lugares e incluso habrás tenido o tienes en tu casa. Su nombre científico es Euphorbia pulcherrima, y, en contra de lo que indica su nombre, no es una flor, sino un arbusto. También se le conoce como flor de Navidad, pastora, flor de Nochebuena o poinsetia, y su origen se encuentra en México.
Aunque suelen durar muy poco tiempo, vamos a darte algunas indicaciones para prolongar su vida.
Lo primero es elegir un ejemplar en buen estado. Fíjate bien en la planta, que tenga aspecto sano, con follaje verde. Los tallos fuertes y la planta recta son buenos síntomas. Debe tener en el centro de cada ramo de brácteas (hojas rojas) unas pequeñas flores cerradas. Asegúrate de que las brácteas no tengan bordes verdes.
Un sustrato rico en sustancias orgánicas con un poco de turba es ideal para la flor de pascua. Además, procura que la tierra esté bien drenada.
Una temperatura ideal está entre los 16 y 22 grados. Con dos o tres riegos a la semana, va bien, siempre cuidando que no haya encharcamiento. La humedad en exceso le afecta mucho.
Para conseguir que dure para el siguiente año, tarea que no es fácil, te damos algunos consejos. Una vez se hayan caído todas las hojas, llega el momento de la poda. Solo hay que dejar 6cm de tallo y cambiar la planta a una maceta mayor. Una vez que crezcan las hojas es cuando es necesario abonar. La luz le viene bien para su crecimiento, pero no la luz directa del sol.
Si quieres conseguir que las hojas se pongan rojas, el procedimiento es tener la planta a oscuras durante 14 horas al día entre septiembre y noviembre.
Recuerda que en nuestro vivero puedes encontrar flor de pascua. Date un paseo por nuestras instalaciones y elige la planta que más te guste.